Un reciente estudio reveló que una modificación en la dieta, reduciendo los carbohidratos simples o las azúcares y aumentando los carbohidratos complejos, mejoró el reflujo significativamente en los pacientes estudiados.
Los carbohidratos complejos son aquellos que están mínimamente procesados, como los granos completos, cereales no procesados y las harinas integrales.
Dr. Vasco Eguía, Gastroenterólogo Intervencionista
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